sábado, 26 de abril de 2014

EL AÑO GRECO:TOLEDO 2014                 

Autorretrato de Doménikos Theotokópoulos      
 Con el fin de conmemorar los 400 años desde la muerte de El Greco en Toledo, ciudad a la que permaneció estrechamente unido y cuya obra hizo inmortal, se reunirá gran parte de la obra del artista que hasta ahora se encontraba diseminada por todo el mundo. La exposición de esta se encuentra en el Museo de Santa Cruz, Toledo, aunque se podrán encontrar por toda la ciudad los llamados Espacios Greco o lugares en los que El Greco trabajó: la Sacristía de la Catedral de Toledo, la Capilla de San José, el convento de Santo Domingo el Antiguo, La Iglesia de Santo Tomé y el Hospital Tavera. Estos espacios conservan los lienzos originales, lo que ofrecerá a la exposición un carácter único e irrepetible fuera de Toledo.
Doménikos Theotokópoulos nació en Candía, antiguo nombre de la isla griega de Creta, en 1541 y murió en Toledo(España) en el año 1614. Fue conocido como el Greco y fue un pintor del final del Renacimiento que desarrolló un estilo muy personal en sus obras de madurez.
Hasta los 26 años vivió en Creta y después pasó a residir durante 10 años en Italia, donde se transformó en un pintor renacentista, primero en Venecia, asumiendo plenamente el estilo de Tiziano y Tintoretto, y después en Roma, estudiando el manierismo de Miguel Angel.
En 1577 se estableció en Toledo invitado por el canónigo Diego de Castilla, quién le encargó un retablo para la Iglesia de Santo Domingo el Antiguo. Llevaba ya diez años en Toledo cuando Felipe II le encomendó una obra para el Monasterio de El Escorial: El martirio de San Mauricio.

El martirio de San Mauricio 
 Sin embargo, esta obra no gustó al soberano español y ya nunca volvió a contar con el artista quién aspiraba en convertirse en pintor de la corte. Aunque esta decepción no llegó a entorpecer su carrera dado que ya era un pintor muy solicitado tanto por los aristócratas como por los eclesiásticos toledanos.
De la vida íntima de El Greco poco se conoce, aunque bien es sabido que tuvo un hijo, Jorge Manuel, en 1578, al parecer fruto de la relación que mantuvo con Jerónima de las Cuevas, con la que nunca llegó a casarse, pero con quien estrechó lazos afectivos. Definitivamente se desconoce el origen y el final de esta relación, así como la naturaleza de esta unión, ya que existe un gran vacío de datos sobre ello en la biografía del pintor.Sin embargo, Doménikos demostró gran devoción por su hijo al que puso los nombre de su padre, Jorge, y de su hermano, Manuel, y un profundo cariño y orgullo paterno-filial debieron de inspirarle la inclusión del joven Jorge Manuel como paje en El entierro del conde de Orgaz, en la que también aparece él mismo a modo de autorretrato mirando directamente al frente.

El entierro del Conde de Orgaz  
Se conocen algunas de sus creaciones anteriores a su llegada a España, lo cual permite afirmar que El Greco creó su peculiar estilo después de su establecimiento en Toledo, seguramente influido por el fervoroso ambiente religioso de la ciudad. Sus figuras alargadas, pintadas con pincelada fluida, parecen criaturas inmateriales, carentes de solidez física.
A ello hay que añadir su paleta originalísima, de colores fríos, que consigue efectos sorprendentes con los rojos, los azules y en particular los blancos, de una rara intensidad y nitidez.
Aunque pintó sobre todo obras religiosas, se le deben también importantes retratos, entre ellos el deFélix Paravicino, más conocido como El caballero de la mano en el pecho.

El caballero de la mano en el pecho
Aunque su obre más admirada es El entierro del Conde de Orgaz, por el hecho de que el artista se valió de este acontecimiento para dejar constancia del momento en que le tocó vivir; para ello, dividió el cuadro en dos planos, uno celestial en la parte superior y otro terrenal en la inferior, de tal modo que la obra es al mismo tiempo un cuadro religioso y un retrato de grupo.


Parte terrenal de El entierro del Conde de Orgaz

El plano superior, el celestial, presenta un hondo misticismo y gran intensidad dramática; sin embargo, la novedad se encuentra en el plano terrenal, donde los principales personajes del Toledo de la época, incluidos el propio pintor y su hijo, aparecen reproducidos con absoluta fidelidad.
Fue una obra realizada para la Parroquia de Santo Tomé de Toledo, entre los años 1586 y 1588. La pintura se encuentra conservada en este mismo lugar y se considera una de las mejores obras y más admiradas de El Greco.



Parte celestial de El entierro del Conde de Orgaz 









Actualmente está considerado uno de los artistas más grandes de la civilización occidental. Esta alta consideración es reciente y se ha ido formando en los últimos cien años, cambiando la apreciación sobre su pintura formada en los dos siglos y medio que siguieron a su muerte, en que llegó a considerarse un pintor excéntrico y marginal en la historia del arte. 

sábado, 5 de abril de 2014

  RECETA DE TORRIJAS
Cuando llega  Semana Santa, al igual que en cualquier otro momento de celebración del año, nos gusta agasajar a nuestros amigos y familiares con los mejores dulces y postres porque con ello hacemos que culmine de forma inmejorable una reunión agradable o un momento entrañable.  Y sino para disfrutar nosotros mismos de un delicioso bocado que haga explosionar nuestros sentidos.
Pues bien, ya es hora de ponernos de nuevo manos a la obra, igual que hicimos con la deliciosa receta de mermelada de fresa que tuvimos la suerte de degustar en clase, y preparar unas deliciosas torrijas de leche que harán las delicias de todo aquel que las pruebe.
¿Te apuntas al reto? Entonces, toma nota y verás. No olvides contar con un adulto para meterte en la cocina y preparar esta deliciosa receta.
  • Ingredientes ( para 10 personas aprox.):
  • 750 gramos de pan para torrijas(podéis encontrarlo en cualquier establecimiento, ¡y más en estas fechas!).
  • 1 litro de leche.
  • 1 ramita de canela.
  • 1 limón.
  • 2 huevos.
  • Aceite de oliva de nuestra tierra.
  • 100 gramos de azúcar.
  • 50 gramos de canela en polvo.
¡¡ Empezamos!!

Si encontramos el pan ya cortado especial para estas torrijas dobles mejor, sino tomamos una pieza de pan que nos haya sobrado del día anterior y cortamos las rebanadas en diagonal, con un grosor de unos dos centímetros.

Corte diagonal de la rebanada para torrija
Después tomamos un cazo y vertemos la leche y le echamos dentro la ramita de canela y un trozo de corteza del limón, y lo ponemos a fuego lento para que vaya tomando bien los sabores, unos 5 minutos. Apartamos y dejamos templar porque si lo hacemos con la leche muy caliente puede ablandar tanto el pan y acabaría rompiéndolo.

Leche, canela y limón…. ummmmmm, delicioso!
Una vez hayamos logrado enfriar la leche empapamos las rebanadas de pan, las pasamos por huevo, previamente bien batido y espumoso, y las freímos en abundante aceite de oliva caliente, 1 minuto por cada lado hasta que se doren.
Es muy importante que cuando las saquemos las pongamos en una fuente con papel secante para eliminar los excesos de aceite que puedan quedar en las rebanadas.
Finalmente mezcla el azúcar y la canela en polvo y espolvoréalas ( dos cucharaditas de canela en polvo por cada 100 gramos de azúcar).

¡¡Bon appetit!!

…… y mira qué deliciosas por dentro.
Si te sobran torrijas las puedes refrigerar y seguir degustándolas al día siguiente. 
¡Feliz Semana Santa a todos!



martes, 1 de abril de 2014

El Cristo de la Buena Muerte o Cristo de Mena:Semana Santa malagueña 2014.
Cada Jueves Santo Málaga se echa a la calle a ver a su Cristo de Mena y es que es tan grande la devoción y admiración por él, que no conozco a nadie que no se emocione a su paso, que no entone el himno al paso del cuerpo yacente custodiado por la Legión mientras estos, desgarrados, le cantan a su Cristo de la Buena Muerte …. “ soy un hombre a quién la suerte hirió con zarpa de fiera; soy un novio de la muerte que va a unirse en lazo fuerte con tan leal compañera....”. Y Málaga aplaude y llora conmovida. 
Cristo de Mena por la Alameda Principal
Traslado del Cristo de la Buena Muerta en la Iglesia de Santo Domingo
Pedro de Mena y Medrano, escultor e imaginero nace en Granada en el año 1628 y muere en Málaga en 1688 a la edad de 60 años. Fue un hombre de profunda religiosidad y depurada técnica, que nos ha legado tallas de precioso detalle y extraordinario dramatismo. Su Cristo de la Buena Muerte data de aproximadamente1660.
Esta talla, también conocida como el Cristo de Mena, ha alcanzado gran notoriedad y fervor patriótico, y es llevada en volandas por los legionarios españoles cada Semana Santa en la ciudad de Málaga.
En el año 1921 la Legión Española se acogía a la advocación del Cristo de la Buena Muerte, representada por la talla de Pedro de Mena, como su Sagrado Protector. En 1928, la Autoridad Militar confirma al Cristo de la Buena Muerte como Protector y Patrón de la Legión Española; y desde entonces acude cada año a participar en el desfile procesional de Málaga.
Pedro de Mena dispuso para su Cristo de la Buena Muerte unos brazos muy cortos para que luciera más en la iglesia y convento de Santo Domingo, lugar donde se guarda y muestra. Esta magnífica obra, como tantas otras en aquella época, fue descuartizada y quemada por las turbas el 13 de Mayo de 1931, en la conocida noche de la quema de conventos, terrible ola anticlerical contra los edificios e instituciones de la iglesia católica ocurrida pocas semanas después de haberse proclamado la Segunda República. No obstante, pudo rescatarse el tronco deformado y guardado allí mismo; pero al cabo, la horda reincidió contra el lugar y sus imágenes para culminar la aniquilación.
Del trágico suceso, y tras la barbarie, quedó la pierna izquierda que conserva la Congregación, rescatada por Francisco Palma García, artista antequerano, y más tarde, en el año 1941, su hijo, el artista Francisco Palma Burgos dio forma y expresión a otro Cristo de la Buena Muerte, inspirándose en el original destruido, que se sigue llamando el Cristo de Mena en honor a Pedro de Mena.
Cambio de guardia al Cristo de Mena realizada por la Legión 

La imagen fue restaurada en el año 2001 y hoy en día continúa siendo el protector y patrono de la Legión, procesionando por Málaga en la noche del Jueves Santo y siendo custodiado por la Guardia de Honor Legionaria en la Capilla de Santo Domingo, con el estandarte del Cristo de la Buena Muerte orlado por los Guiones de los cuatro tercios: Gran Capitán, Duque de Alba, Don Juan de Austria y Alejandro Farnesio.
LETRA DEL HIMNO DE LA BUENA MUERTE

Nadie en el Tercio sabía
quien era aquel legionario
tan audaz y temerario
que a la Legión se alistó.

Nadie sabía su historia,
más la Legión suponía
que un gran dolor le mordía
como un lobo, el corazón.

Más si alguno quién era le preguntaba
con dolor y rudeza le contestaba:

Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera;
soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tal leal compañera.

Cuando más rudo era el fuego
y la pelea más fiera
defendiendo su Bandera
el legionario avanzó.

Y sin temer al empuje
del enemigo exaltado,
supo morir como un bravo
y la enseña rescató.

Y al regar con su sangre la tierra ardiente,
murmuró el legionario con voz doliente:

Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera;
soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tal leal compañera.

Cuando, al fin le recogieron,
entre su pecho encontraron
una carta y un retrato
de una divina mujer.

Y aquella carta decía:
"...si algún día Dios te llama
para mi un puesto reclama
que buscarte pronto iré".

Y en el último beso que le enviaba
su postrer despedida le consagraba.

Por ir a tu lado a verte
mi más leal compañera,
me hice novio de la muerte,
la estreché con lazo fuerte
y su amor fue mi ¡Bandera!