EL AÑO GRECO:TOLEDO 2014
Autorretrato de Doménikos Theotokópoulos |
Con el fin de conmemorar los 400 años desde la muerte de El Greco en
Toledo, ciudad a la que permaneció estrechamente unido y cuya obra hizo
inmortal, se reunirá gran parte de la obra del artista que hasta ahora se
encontraba diseminada por todo el mundo. La exposición de esta se
encuentra en el Museo de Santa Cruz, Toledo, aunque se podrán encontrar
por toda la ciudad los llamados Espacios Greco o lugares en los que El
Greco trabajó: la Sacristía de la Catedral de Toledo, la Capilla de San
José, el convento de Santo Domingo el Antiguo, La Iglesia de Santo
Tomé y el Hospital Tavera. Estos espacios conservan los lienzos originales,
lo que ofrecerá a la exposición un carácter único e irrepetible fuera de
Toledo.
Doménikos Theotokópoulos nació en Candía, antiguo nombre de la isla
griega de Creta, en 1541 y murió en Toledo(España) en el año 1614. Fue
conocido como el Greco y fue un pintor del final del Renacimiento que
desarrolló un estilo muy personal en sus obras de madurez.
Hasta los 26 años vivió en Creta y después pasó a residir durante 10 años
en Italia, donde se transformó en un pintor renacentista, primero en Venecia,
asumiendo plenamente el estilo de Tiziano y Tintoretto, y después en
Roma, estudiando el manierismo de Miguel Angel.
En 1577 se estableció en Toledo invitado por el canónigo Diego de Castilla,
quién le encargó un retablo para la Iglesia de Santo Domingo el Antiguo.
Llevaba ya diez años en Toledo cuando Felipe II le encomendó una obra
para el Monasterio de El Escorial: El martirio de San Mauricio.
El martirio de San Mauricio |
Sin
embargo, esta obra no gustó al soberano español y ya nunca volvió a contar
con el artista quién aspiraba en convertirse en pintor de la corte. Aunque esta
decepción no llegó a entorpecer su carrera dado que ya era un pintor muy
solicitado tanto por los aristócratas como por los eclesiásticos toledanos.
De la vida íntima de El Greco poco se conoce, aunque bien es sabido que
tuvo un hijo, Jorge Manuel, en 1578, al parecer fruto de la relación que
mantuvo con Jerónima de las Cuevas, con la que nunca llegó a casarse,
pero con quien estrechó lazos afectivos. Definitivamente se desconoce el
origen y el final de esta relación, así como la naturaleza de esta unión, ya
que existe un gran vacío de datos sobre ello en la biografía del pintor.Sin
embargo, Doménikos demostró gran devoción por su hijo al que puso los
nombre de su padre, Jorge, y de su hermano, Manuel, y un profundo cariño
y orgullo paterno-filial debieron de inspirarle la inclusión del joven Jorge
Manuel como paje en El entierro del conde de Orgaz, en la que también
aparece él mismo a modo de autorretrato mirando directamente al frente.
El entierro del Conde de Orgaz |
Se conocen algunas de sus creaciones anteriores a su llegada a España, lo
cual permite afirmar que El Greco creó su peculiar estilo después de su
establecimiento en Toledo, seguramente influido por el fervoroso ambiente
religioso de la ciudad. Sus figuras alargadas, pintadas con pincelada fluida,
parecen criaturas inmateriales, carentes de solidez física.
A ello hay que añadir su paleta originalísima, de
colores fríos, que consigue efectos sorprendentes con los rojos, los azules y
en particular los blancos, de una rara intensidad y nitidez.
Aunque pintó sobre todo obras religiosas, se le deben también importantes
retratos, entre ellos el deFélix Paravicino, más conocido como El caballero
de la mano en el pecho.
El caballero de la mano en el pecho |
Aunque su obre más admirada es El entierro del
Conde de Orgaz, por el hecho de que el artista se valió de este
acontecimiento para dejar constancia del momento en que le tocó vivir; para
ello, dividió el cuadro en dos planos, uno celestial en la parte superior y otro
terrenal en la inferior, de tal modo que la obra es al mismo tiempo un cuadro
religioso y un retrato de grupo.
Parte celestial de El entierro del Conde de Orgaz |
Actualmente está considerado uno de los artistas más grandes de la
civilización occidental. Esta alta consideración es reciente y se ha ido
formando en los últimos cien años, cambiando la apreciación sobre su
pintura formada en los dos siglos y medio que siguieron a su muerte, en que
llegó a considerarse un pintor excéntrico y marginal en la historia del arte.